miércoles

EL INVIERNO DE DIOS

El invierno estaba haciendo estragos,
mucho frío y poca plata.

Tenia apenas 26 años recién cumplidos
y ya dos hijos a quien alimentar, Pablo de 6 y Matías de 2.

Fue un invierno terrible,
solo había para cenar café con leche y
con mucha pero mucha suerte alguna que otra tortilla de papas para ellos.

Pero hoy 21 años después
al preguntarle a mis hijos
que es lo que recuerdan de ese invierno,
hablan de vos, se ríen de las lagrimas de Pablo, su papá
………. culpa tuya.

No hay otra cosa en su cabeza,
no hay tristeza, solo alegría.
Por que gracias a dios,
valga la redundancia,
hubo un mundial que lo ganaste
de punta a punta.

Gracias Dios. Gracias Diego.

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